«Doctor Ironside, se garantiza que extraemos los dientes sin ningún dolor».
Hoy ha sido otro día de descanso, 14 de julio de 2014, fiesta nacional francesa, «Allons enfants de la patrie, le jour de gloire est arrivé», y lo aprovechamos para desplazarnos ciento treinta kilómetros hasta la vecina localidad de Butte, hacia el Oeste, por la Interestatal 90 que como ya dijimos, cruza el país desde el atlántico hasta el pacífico. Butte es una tranquila ciudad de Montana, con una Universidad Tecnológica dedicada a la minería y con unas minas que en tiempo pasado, a principios del siglo XX, tuvo su gran esplendor y que en la actualidad, abandonada la extracción del mineral, mantiene un museo de la minería en las antiguas instalaciones mineras.
La emigración irlandesa y alemana, arribaron a esta zona, cercana a la frontera con Canadá, a finales del siglo XIX, y comenzaron la extracción del mineral. Se creó una pequeña ciudad, similar al «No name city» , aquella ciudad de «la leyenda de la ciudad sin nombre», que acudía atraída por la fiebre del oro y allí marcharon irlandeses, alemanes y otros a trabajar en la mina. De la mina se extraía mineral compuesto básicamente por sulfuros y era muy rentable en el momento del desarrollo y crecimiento del país. Tenía escuela, barbería, casas para los mineros, biblioteca, local para los sindicatos, dentista, optometrista, tienda de instrumentos musicales, comedor para los mineros e incluso un museo de muñecas y casas en miniaturas hechos por las mujeres e hijos de los mineros.
Todo ello se puede visitar y disfrutar pues vuelves, querido lector, a principios del siglo XX. el local que recoge las miniaturas de las casas y las muñecas es una delicia verlas pues denota la sensibilidad de aquellos niños y aquellas mujeres que, a muchos kilómetros, ellas, de su hogar en Irlanda o en Alemania, mantenían vivos los sentimientos heredados de sus antepasados.

CASITAS DE MINIATURA, DE MUÑECAS, REALIZADAS POR EL COLECTIVO DE NIÑAS Y ESPOSAS DE LOS MINEROS Y QUE SE HALLA EN EL MISMO MSEO DE LA MINERÍA DE BUTTE

CASITAS DE MINIATURA, DE MUÑECAS, REALIZADAS POR EL COLECTIVO DE NIÑAS Y ESPOSAS DE LOS MINEROS Y QUE SE HALLA EN EL MISMO MSEO DE LA MINERÍA DE BUTTE
Un pequeño tren recorría el exterior de la entrada a la mina, pasando por el centro de la ciudad y llevando el mineral a los sistemas de transporte de la época. Conviven las vagonetas arrastradas por mulos y burros, con el vapor y la electricidad.
Había una reproducción del «Saloon» donde se bebía cerveza, whisky y se jugaba a las cartas y había también, dentro del salón, un pequeño casino para apuestas diversas. También una casa de baños estaba preparada para aquellos que no dispusiesen de esta dependencia en su hogar. En definitiva, nos hemos recreado, como dije anteriormente, en una visión de la vida cotidiana de los mineros a finales del XIX y principios del XX. Un memorial esculpido en mármol, recoge los nombres de todos los mineros fallecidos. Los guías son antiguos empleados de la mina, que de forma totalmente voluntaria, nos explican las peculiaridades de la ciudad. La comprensión de este inglés americano es ciertamente complicada puesto que encadenan las palabras y hay que estar muy pendiente.
En la zona norte de la ciudad había unas mesas de picnic para poder comer. Como siempre vamos provistos de ensalada, jamón de york y pan, hemos decidido comer en los jardines que circundan la mina. Hoy, en lugar de ensalada, nuestro cocinero experto, nos ha preparado una «pipirrana» espectacular.
La temperatura era agradable, no más de 20º C pero el viento y el aspecto del cielo amenazaba lluvia, afortunadamente descargó en otros lugares y volvió el sol que se agradecía puesto que estamos a una latitud en la que los fríos son habituales.
La tarde la hemos dedicado a conocer más Bozeman, a pasear por sus calles y sentir la forma de vida americana. La gente le encanta comer por la calle, helados, hamburguesas o sencillamente esa comida a base de ensaladas y algo más que se sirven en unos recipientes de cartón cerrados en la parte superior. Hemos ido a Rockin’bar, un sitio de billares, de cerveza, de suelo de madera crujiente y de luz pálida. «Cerveza local tostada, por favor», y trajeron una cerveza que estaba realmente buena. Su nombre era «Miner’s red», o roja de mineros. Una hamburguesa de queso con jamón de york ahumado y sin carne, con unas patatas y una mahonesa con mostaza.

Algunas casas quedan en la principal vía de Butte, herencia de la riqueza itinerante de este tipo de economías.
La gente es tremendamente amable, pero habla un inglés complicadísimo que nos impide la comunicación en su totalidad, pero entendiendo un cincuenta por ciento, la frase se puede completar y entender. Estamos en Montana, querido lector, tierra de vaqueros, de minería, de negocio de la madera y sobre todo una tierra agrícola de especies adaptadas a la climatología. No pidamos olivos, almendros, cítricos, que para eso están los soles de California, pero este es un granero importante, es decir, cereal creciendo en las grandes praderas, pasto para el ganado y bosques para el negocio de la madera. Si trazamos una línea recta desde que salimos de Chicago, cruzamos los Apalaches y nos adentramos en las grandes praderas, hasta hoy, en Bozeman, todavía por estas mismas praderas, estoy seguro que trasladada a Europa, llegaría de Madrid a Berlín.
Hoy ha sido un día agradable, tranquilo, viviendo lo que dice nuestro amigo Gianumberto Caravello, compañero de fatigas de este viaje: «Cuando vayas a un país, come lo que comen los locales, bebe lo que beben ellos y procura entender su modo de vida». Y así lo hemos hecho. Además ha sido un día especial, pues he recibido un mensaje de mi hijo Juan que ha vuelto de sus vacaciones y ya está en Nueva York, adonde arribaremos el día 23. Pero todavía nos quedan los cuarenta y ocho glaciares de mañana en Cutbank, donde esperamos encontrar temperaturas muy bajas, Seattle, donde llegaremos el día 18, la Isla de San Juan y el avistamiento de ballenas donde iremos el día 19 camino de Vancouver, según algunos la ciudad más bonita de Canadá. Posteriormente volveremos a Seattle y alguien comentaba en la cena: ¿Y por qué no nos vamos a San Francisco?. Otro contestó: «Son más de 1000 millas». Así es este país, enorme, como sus edificios, sus avenidas, sus praderas, sus automóviles y su amabilidad.
Buenas noches querido lector, desde Montaña, once de la noche del día 14, buenas madrugadas, cinco de la mañana en Europa. Buenas noches Juan, en Nueva Yor, una de la madrugada del día 15.
Yo para ser feliz quiero un camión ……
Loquillo
¿Qué tal se porta el Chevi?.En usa es el nombre cariñoso de un …….
Tachi,mi padre cuatro taxis,cuando quieras le damos curro a Edu.
Os quiero
Recuerdos de Armando.
No seas exigente,Tachi,para una cosa vieja que tienen…….,en Cuenca los hay más viejos
Gastronomía
Cita Arzak
Palante como los de Alicante,lo siento yo no me comería un saltamontes,…..bueno si no hay más remedio.Un perro como en Corea no.En los Andes en el desastre igual me hacía hasta carnívoro.
Y en España me han dado gato por liebre(mesón la Concha),pero me la metieron,Las gambas y los mejillones son más feos,pero mira coño…….
Superviviente,programa de la tele.
Buenas noches desde «muxamiel city» , disfrutando de la paz de la noche junto a los progenitores, en una noche estrellada junto a la piscina. Que tal querido tio y padrino, estoy esperando ansiosa tu llegada, sabes que me debes una cena de glamour, de las que me gustan… , se te echa de menos por aquí aunque sabemos que lo estas pasando muy bien y luego nos contarás con pelos y señales tus aventuras y desventuras por esos mundos de Dios.
Un beso muy fuerte de tu sobrina que te quiere y que cada día está mejor.
Edu la foto del cartel de las minas,genial.Art nouveau,influencias de un tío francés que se llamaba Mia.
No más comentarios,el cartel no tiene desperdicio
Che la del atraco al banco,no te quiero decir nada.El General Store ¿era el Carrefour del pueblo?.
La óptica el cagarse.¿Habian más calles?.
Los cuatro guapísimos.Me recuerda los pueblos de España,donde el alcalde,el juez de paz,el dueño del bar y del estanco….. y el sheriff, eran el mismo,luego estaban el cura y el maestro,
No os olvido
Además de la gastronomía para entender a un pueblo,hay que vestir como ellos.Observo que solo edu y humberto llevan sandalias,aunque les faltan los calcetines,Eduardo Cadenas nos daba clases con sandalias y calcetines y era un tío listo.
¿os acordáis?
Es muy curioso, ¡no sale nunca gente del lugar en las fotos!, ¿es que no se les ve por la calle o que no les gusta que les fotografíen?. Qué gusto las temperaturas de ahí, nosotros hemos pasado un día de calor que no veas y según anuncian seguirá así hasta el fín de semana; y vosotros mañana a los glaciares, nosotros aquí a la playita. Buen viaje a la isla de San Juan ¿le llaman así porque la descubrió algún explorador español, tan al norte subimos?. Buenas noches y saludos a los cuatro, ¡ah! y a Rafa, el seguidor infatigable.